El acuerdo de asociación de las emisoras de Vocento con las de la cadena COPE era cuestión de tiempo. Se veía venir. Punto Radio nunca llegó a cuajar y resultaba deficitaria. El lavado de imagen con la introducción de la marca ABC estaba condenado al fracaso. Cuando una marca periodística no funciona, este tipo de parches no suelen servir. Por supuesto, aunque externamente se venda como una fusión, el pez grande se ha comido al chico: como ha titulado El País, "la COPE absorbe ABC Punto Radio".
Durante ocho años, desde 2004 hasta 2012, Vocento intentó tener una presencia fuerte en el sector radiofónico, pero la saturación del mercado (con cuatro grandes cadenas a nivel nacional, tres privadas y una pública), y la falta de una fórmula propia y diferenciada, especialmente con respecto a las más afines ideológicamente COPE y Onda Cero, la condenaron a un cierto ostracismo. El EGM nunca le llegó a dar más de medio millón de oyentes, cifra notoriamente insuficiente. La recesión económica de estos últimos tiempos ha sido la puntilla de este proyecto.
COPE sale ganando en número de postes y amplitud geográfica de cobertura: algo que venía persiguiendo desde hacía tiempo para poder competir en mejores condiciones con Onda Cero y la todopoderosa SER. Habrá que ver cómo encajan las nuevas piezas de Vocento en el organigrama de la cadena episcopal. Las cohabitaciones exigen de un tiempo de adaptación y, si no se hacen las cosas con tino, pueden surgir celos y desavenencias en las alturas, y no sólo en los inevitables despidos que se ciernen sobre trabajadores de la cadena de la hasta ahora cadena de Vocento. Recuérdese lo que ocurrió con los acuerdos de colaboración, en materia de información, entre Onda Cero y El Mundo allá por 2001 y 2002.
jueves, 20 de diciembre de 2012
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